Una ciudad en la que puedes ver un musical diferente cada día o escuchar Jazz en directo a las cuatro de la mañana, en la capital alemana siempre hay algo que hacer. Berlín se promociona como destino idóneo para amantes de conciertos, exposiciones, teatros y espectáculos durante los 365 días del año y las 24 horas del día. La Berlín más tradicional no solamente ofrece conciertos de música clásica sino también los espectáculos coloridos y divertidos del Friedrichstadt-Palastcon opulentos vestuarios e impresionantes coreografías. Si vives más la noche que el día, los clubs de Berlín no tienen hora de cierre y el desayuno tampoco tiene horarios.
Nada como un paseo en bicicleta para descubrir todos los rincones de la ciudad por ti mismo y de una manera sostenible. El encanto de sus ríos, Spree y Havel, sus parques, que forman parte de su historia, un recorrido alrededor del muro o un tour por los alrededores de la ciudad; los amantes del ciclismo encontrarán diversas rutas en Berlín. Podrás pasear por su famoso parque Tiergarten (literalmente Jardín de Animales) que es precioso. Aunque si realmente te gusta ver animales, sus parques zoológicos son una alternativa de ocio ideal para grandes y pequeños.
Si lo tuyo es el turismo gastronómico, sin duda Berlín se convertirá en tu destino favorito, porque podrás probar delicias de casi todos los países del mundo, en sus barrios como Kreuzberg o Prenzlauer Berg, o disfrutar de una experiencia culinaria inolvidable en sus restaurantes más vanguardistas. Un paseo culinario por la metrópoli, es original y diverso como las culturas que en ella se mezclan, pero también lleno de creatividad e innovación.
Si viajas a Berlín por negocios y solo tienes tiempo para una primera impresión, quizá te interese recorrer con nosotros poco más de 2 km llenos de recuerdos históricos, monumentos arquitectónicos, oferta cultural y comercial.
Empezamos en la estación central ferroviaria (Hauptbahnhof) para ver el Reichstag. A pocos metros, cruzando por el Tiergarten podrás hacerte una foto en la puerta de Brandenburgo y comienzas tu paseo por la avenida Unter den Linden (Bajo los Tilos) hasta llegar a “Alex” con su torre de la televisión. Por el camino verás la Ópera Estatal, el Guggenheim alemán con exposiciones itinerantes todo el año y a pocos metros la Ópera Cómica. Seguimos nuestro recorrido pasando -o entrando- por la Universidad Humboldt, la Catedral de St. Hedwigs que se construyó en semejanza al Panteón de Roma, el Museo Alemán de Historia… y muchos edificios singulares como el de la embajada rusa. Un paseo sin prisas, sin itinerario fijo, disfruta de pasear por el bulevar más antiguo de Berlín que termina en el puente Schlossbrücke donde empieza la Isla de los Museos.
En una avenida como Unter den Linden no faltan los establecimientos y tiendas de lujo y de grandes marcas. Si te gustan los coches alemanes, la Galería de Mercedes Benz y el Forum de Volkswagen te invitan a ver exposiciones itinerantes y sus últimos modelos automovilísticos. Si quieres ver un poco de historia popular alemana, te recomendamos la tienda del hombrecillo del semáforo (Ampelmännchen) todo un símbolo de la Alemania Oriental. Descansa en el Café de la Ópera, en el lujoso Hotel Adlon o leyendo un libro en el patio de la Biblioteca Estatal que exhibe una de las colecciones más impresionantes de libros incunables de toda Europa. Si lo tuyo es la tecnología, un café en el Microsoft Cafe Digital Eatery no te dejará indiferente. Si quieres llevarte un recuerdo, te aconsejamos entrar en la tienda de souvenir “Berlin Story” donde aún te venden trozos auténticos del muro de Berlín. Tómate tu tiempo y al final vuelves en metro a la estación de trenes. Esto lo puedes hacer en unas pocas horas, porque quizá el frío siberiano esté apretando o porque lamentablemente vas con prisas, pero también te podrías llevar días si tienes tiempo para gozar de esta maravillosa capital europea.
Será su contenido cultural, su belleza arquitectónica, su oferta de ocio, el ambiente en sus calles o el entusiasmo de su gente, o seguramente el cómputo de todo ello, lo cierto es que Berlín enamora y hay que vivirla.
¿Tú también quieres enamorarte? ¡Escríbenos y empieza tu andadura a Berlín!